6 de febrero de 2010

LA RESPUESTA

Los que me conocen de muchos años saben perfectamente que el peloteo no es lo mío, solo me dedico a plasmar mis opiniones de manera absolutamente libre y de forma totalmente acorde a mi pensamiento, el otro día alguien puso un post mio del año pasado en el que felicitaba a Iván por su triunfo y le daba las gracias a Mercedes por haberse acordado de ésta gatera en la persona de algunos que escribían aquí, dando a entender que si ahora los critico no siempre he pensado igual, evidentemente que es así, ya lo dije el otro día en un post y lo vuelvo a repetir, en la edición de los naranjas cuando Javi Robles fue expulsado Mercedes recibió de mi parte la critica más dura jamás escrita por mí, en otras galas la he aplaudido y felicitado igual que en otras la he criticado, está bastante reciente la gala de la primera expulsión de Carol, donde de nuevo critiqué su actuación de forma firme, y si el jueves que viene su actuación me parece que tengo que felicitarla así lo haría, no sé donde está realmente el problema, y en cuánto a Iván más de lo mismo, si algún día tengo que felicitarlo por algún debate, por alguna actuación o por lo que sea, claro que lo haré, y si algún comportamiento suyo me parece criticable y rechazable así lo haré también, sigo sin ver el problema.


La nueva era, por lo visto significa todo vale, y eso no es así, al menos yo no lo veo así, quien quiera verlo así que lo vea, yo y supongo al igual que muchos solo hacemos defendernos de esa nueva era inventada en el que todo vale, llevamos muchos años haciendo éste camino como para dejarnos sorprender por emboscadas traicioneras, porque la experiencia la tenemos a nuestro favor y aceptándolas como tales, hasta nos resultan divertidas como parte del juego, eso no quita que no sepamos defendernos o no tengamos nuestras propias armas, en este caso en forma de palabras para poder hacerlo. Los detonantes a veces son inapreciables para algunos, pero para los que llevamos tiempo en esto sabemos lo que producen y como se generan, y sabemos de sus consecuencias y lo que acarrean, solo aceptamos si nos dejan participar o no.


A mí, lo que me gusta es Gran Hermano, y todo lo que rodea a éste precioso concurso, lo que genera y lo que se cuece alrededor de él, a mi me gusta hablar de Tatiana, de Indhira, de Arturo o de Angel, y todo lo que ellos conllevan tras de sí en relación a su concurso, como imagino que nos gusta a todos, y eso es lo que hago, ni más ni menos. Este año a diferencia de otros está siendo especial en todos los aspectos, y quizás tras el precedente creado el año pasado donde para muchos fue un camino de rosas, aunque para otros fuese todo lo contrario, un camino de espinas, éste año todos pensábamos que sería igual y nada más lejos de la realidad, ante la indefinición de los favoritos y las circunstancias que les han rodeado todos nos hemos visto ciertamente sorprendidos por los acontecimientos, y no todo el mundo ha encajado igual el devenir del programa, nos hemos creído en posesión de una verdad absoluta sin tener en cuenta la realidad de otras verdades tan lícitas como las nuestras y eso no lo hemos aceptado o no lo hemos asimilado bien. Este es un concurso que levanta pasiones más allá de lo racionalmente permitido, porque algunos nos lo tomamos así y lo vivimos así, y eso no es malo, pero cuando nos sacan de nuestro camino trazado, nos perdemos y buscamos atajos a veces peligrosos, nos arriesgamos demasiado con tal de volver al camino emprendido y hay incluso veces que no damos con él, es entonces cuando sacamos nuestra rabia y arremetemos contra todo lo que se nos pone delante. Quizás esa sea otra trampa que forme parte de éste concurso, y nos sintamos impotentes de haber caido en ella. Es lo que tiene éste camino que se llama Gran Hermano, que en él se va quedando atrás muchas cosas y nos duele no llegar hasta el final que teníamos previsto.


“Tanta agresividad, tanto odio y tanto insulto solamente son patrimonio de sus autores. Allá cada uno con lo que dice.”. A pesar de todo, os he leído a todos, y desde aquí quiero daros las gracias de corazón por vuestras palabras de apoyo, solo siento que por mi culpa hayáis visto mermada vuestra libertad de expresión, porque sé lo que eso significa para muchos de nosotros, y eso de verdad si que ha sido lo único que me ha dolido, pero tenemos que tomárnoslo como esa parte del juego, una emboscada más. Lamento por mi parte haber alimentado esa parte del circo que ninguno queremos para éste programa, es hora de defender a los nuestros de la manera más conveniente que sabemos hacerlo, y me uno a vuestra plataforma de apoyo a Tatiana, porque pienso que con mi apoyo a ella, estoy apoyando otra forma de ver la vida distinta, otros valores distintos, otro espíritu distinto, y eso, me atrae.

Tatiana es la chispa. Forma parte de esa linea que separa el bien del mal, lo bueno y lo malo, lo correcto de lo incorrecto, lo aceptable de lo inaceptable y que nunca sabemos realmente distinguir, ni a que lado de ella nos encontramos. Tatiana es mala, es buena, es así o de aquel modo tal vez, a Tatiana se le valora por su concurso, por sus actos dentro de la casa, por sus formas, por sus modos, por sus palabras y también se le valora por todo aquello que no es su concurso, sino su vida. El exámen que está pasando Tatiana en ésta edición, en caso de aprobarlo le haría sin duda la mejor ganadora de todas las ediciones, ya que se le ha exigido mucho más que a ninguno de los anteriores. Ella es fuerte, y también es débil, es contradictoria, niña o mujer, inteligente o tonta, ella es todo, lo bueno y lo malo, sin duda pase lo que pase, independientemente de su perfil de concursante, a medida que pasan los días poco a poco se está acercando más a un símbolo de ésta edición, si Tatiana a éstas alturas del programa llegase a la final, no llegaría por ella misma, sino por lo que representa, y lo que representa despierta pasiones, son estilos de vida vistos desde ópticas diferentes, y bordeamos de nuevo esa linea que separa lo correcto de lo incorrecto aplicada a nuestros propios valores.


Tatiana es la antiIndhira, dos formas distintas de vivir el concurso, y si a Indhira se le defiende por sus valores y lo que representa, a Tatiana se le defiende por lo mismo, por los suyos, quizás distintos a los de aquella. Si no comulgamos con unos con los que no nos identificamos nos refugiamos en otros que más se asemejan a los nuestros lo cual no significa que no haya otros, sino que entre los que nos dan a elegir nos identificamos más con unos que con otros. Y esto es un concurso donde hay que elegir.


Para estar en la misma arena hay que bajar al ruedo, sería lo más justo, y no esconder nada ni privar de nada a nadie, yo acepto tus palabras y por eso soy intolerante, pero tú no aceptas las mías y quieres que te llamen tolerante, eso no es estar en la misma arena, sino en lo alto justo al lado de donde se ponen las trompetas, bajo palco y con catering particular, mirando desde tu particular arriba lo pequeñitos que somos los que nos embarramos en la arena para que te lleven las orejas, eso sí camuflados algunos con frac de alquiler no vaya a ser que se nos mire de arriba abajo, si vas con disfraz te dejan pasar, si vas en cueros con el sol que pega hueles demasiado y tienes prohibida la entrada. Esa es la lectura diaria de ojos que nos leen, a ti, a mí, y a cientos de blogueros que aquí escriben.
En el caso de Tatiana, huimos de las purezas, de los estereotipos que nos son aconsejados, de lo previsto, de lo normal, buscamos en ella todo aquello prohibido que no solemos hacer por nuestras circunstancias pero que nos gustaría hacer, nos miramos en el espejo de su rebeldía y nos decimos ojalá no pudiera yo hacer lo mismo, nos hace salir fuera y beber de esa vida tal vez demasiado programada que nos rodea, vivirla sin miedos, sin tabúes, sin complejos. Tatiana es una frontera de aire fresco que cumple todos los requisitos para pararnos en ella, la que nos hace retroceder unos pasos hasta decir basta y hasta aquí hemos llegado, es la aceptación de lo evidente o su no aceptación. Dos puertas nos ponen y solo elegimos aquella por la que no queremos pasar aunque nos obliguen, y la elegimos para huir de ella, Tatiana es la otra. Tatiana es la elección de los inconformistas. Tatiana nos genera ciertas dudas, si ella es la mala, quien es la buena…si ella es la buena quien es la mala…. tan simple como mirarnos en nuestro espejo y preguntarnos si somos buenos o malos. Tatiana debe ganar éste concurso para romper moldes, dinamitar prejuicios o simplemente hacernos ciertas preguntas.


Cuando el que manda el barco para hacerlo faenar pierde la compostura ante sus marineros, evidencia una cierta falta de autoridad, seguridad o en todo caso argumentación, lo que puede ser peligroso para toda la tripulación. Tienes licencia al menos conmigo para seguir, para nada me ofende si es lo que pretendías, al contrario, es para mí todo un privilegio hacerte sacar todo eso que llevas dentro y darme una importancia que para nada merezco, no suelo alterarme lo más mínimo al leer ciertas cosas. Pero no te equivoques, yo solo soy un marinero más de éste barco, tú eres el patrón. Las palabras hacia mí, jamás me harán daño alguno, salvo ver que para que surtan efecto han de secuestrarse las palabras de otros utilizando la ventaja que te otorga tu status, ya que eso si que es cobardía, y a eso sí que le llamo yo intolerancia. No merece la pena, al menos por mi parte, tener que hacerte estar borrando algunos post que contengan mi nick, lo encuentro infantil, no sé que es lo que se pretende demostrar con eso sino una exaltación de poder y autoridad que no se tiene o se duda de ella. Es una praxis de otros tiempos que muy poco dice a su favor del que la lleva a cabo.

 11 Enero 2010.

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