30 de noviembre de 2014

BLANCO Y NEGRO

  De Paula se ha discutido mil y una veces si la cadena la ha favorecido en el trato recibido, pero es indudable que si (en su acepción de suposición que no de afirmación) lo hace, lo hace por algo, porque si la gente no quisiera verla, simplemente no coparía las imágenes, así que démosle el mérito de conseguirlo. Su expresividad extremada, su forma de reír, de saltar, de moverse como un remolino nos ha sacado una sonrisa en mil y una ocasiones y eso es algo importante y que su extremismo ha inspirado muchos de los guiones diferentes de esta temporada como el del oso no-zombi o el camino de piñas bebé que son una forma de dar espectáculo. Luego cada uno le daremos la interpretación que nuestras filias o fobias nos marquen pero nadie puede negar que llena la pantalla y eso en un concursante es algo a valorar.

  

Es una persona que se muestra de una forma extrema, que en mil ocasiones nos ha dado muchos momentos para reflexionar y que para mi han sido los mejores por cuanto en los momentos verdaderamente importantes se muestra una Paula infinitamente más madura al mismo tiempo que muestra una fragilidad y una fuerza que sorprende; porque la fuerza no es dejar de ser frágil, es superar esa fragilidad que te hace sentir las cosas (entre ellas el dolor) intensamente y seguir adelante sin perder tu personalidad en el camino, que no pierde la locura de los 20 años. Una Paula que se muestra ligeramente herida cuando cree que puede perder un amigo pero enormemente resignada, que nos habla de una situación que tiene asumida; y es que la Paula extrema que muy probablemente surja también en la calle estoy seguro de que llamará la atención de mucha gente, pero para la mayoría supone a largo plazo un lastre fuera de los momentos de juerga por mil convencionalismos que tengamos incrustados y que pueden ser difíciles de superar como la vergüenza, así que sus amigos son aquellos que la aceptan como es y son para siempre aunque vengan desde el vientre de su madre.


  
Es una niña en muchos aspectos que muere de amor pero en el terreno sexual es una mujer liberada y sin complejos que hace lo que le apetece cuando le apetece, como se vio en los días que compartió con Omar y eso es algo de agradecer en un sitio como Guadalix y más este año que "las cosas de fuera" han marcado el desarrollo de la mayoría de las posibles parejas. A mi, en general, me habla bien de una mujer ese aspecto por cuanto me muestra una falta de complejos y una cierta firmeza de carácter que hace que me sienta bien al observarla.

Alegre, extrovertida, dinámica, sensible en muchos momentos, madura en otros, desatada muy a menudo, y siempre un tifón en movimiento para lo bueno y para lo malo, no deja indiferente a nadie y la odias o la amas, y eso es lo mínimo que se le puede pedir a un concursante.

Fijo que hay mas cosas en ella que la gente que la amáis podéis distinguir, esto son algunas de las cosas que le veo en positivo y seguro que si ahondo puedo encontrar mas cosas, pero las valoraciones dependen siempre de los matices, de las interpretaciones y de las incongruencias que interpretan esto en uno u otro sentido.

  Mi primer problema con Paula es que no me la creo, y eso hace que me replantee todo hacia ella desde puntos de vista mucho más negativos y que cuando intento analizarla entren en el puchero muchos ingredientes negativos que me amargan el sabor.

La desconfianza lleva casi inevitablemente al "piensa mal y acertarás".

  Encima es una persona que le he visto muchos momentos contradictorios que me ponen las defensas en marcha y para no repetirme voy a tratar algunas de las que aun he tratado poco.

Paula es celosa incluso de sus amigos (palabras suyas demostradas en mil ocasiones). Los celos surgen de varias fuentes y le asignaremos la que cada cual crea que sea suya. Surgen del afán de posesión y en este caso es una forma de coartar la libertad de las personas. Surgen de la inseguridad, y en este caso me muestran una debilidad que Paula no ha mostrado en los momentos mas relevantes o surgen del afán de llamar la atención y por tanto enlazan con el segundo punto y tampoco me hablan muy bien de ella, por que o bien es insegura o bien intenta copar cámaras con vista a ganar el concurso y si es así entonces no es sincera, por cuanto su "grito de guerra" es: " Yo soy así " y por tanto ella no es así.

Establecido este importante punto, todo lo demás cae por su propio peso y me hace mirarla con desconfianza.


  
Me encantan las mujeres liberadas sexualmente porque me hablan de libertad, de claridad mental, de autoestima y de fuerza interior entre otras cosas. Pero.... no tiendo a confundir liberación sexual e integrarla en el punto de uso el sexo por interés porque es una fuerza muy importante con los hombres, porque eso no es libertad sexual, es manipulación a través del sexo.

Y aquí tengo que volver para atrás a los primeros detalles que me dieron la voz de alarma. Desde que Paula y Omar empiezan a entablar relación pasan tres días, TRES, antes de que todas las ideas que comentaba sobre su abuela y que no podía hacer nada se fueran por la borda. O esa chica es muy rápida tomando decisiones, o bien su abuela le importa tres narices (una por cada día), o bien quería tomar importancia en el concurso y copar cámaras, o bien ve en Omar alguien difícil de conseguir sin meter el sexo en la ecuación y opta por la solución más fácil, da igual porque todas las opciones son malas.



  Su extremismo a la hora de expresarse me hace pensar en las cámaras y sigue generándome más dudas, pero si opto por las otras me habla de manipulación de las personas y es todavía peor la conclusión.

Siguiendo el hilo temporal llega Lucia y la pobre Paula en las pocas horas que estuvo triunfante tuvo la empatía de un cocodrilo sádico que se come a un bebé despacito porque los padres miran desde la orilla. Absorbía a Omar y eso lo podía entender pero la sensación que yo tenía era de que disfrutaba mientras lo hacia y le daba a las narices a la otra y eso ya no lo podía entender, porque saca la bondad de la ecuación que para mi supone un concursante.

 Y si a la hora de analizar a Paula sacas la bondad... lo que queda no es muy agradable.

Siguiendo con el hilo temporal, La Paula que queda tras la fatídica noche la entiendo y no la juzgo mal, pues los momentos de dolor, de furia concentrada y de rencor son normales con una situación como la que se produjo, pero entiendo un poco menos los momentos (que los hubo), esa “Paula muero de alegría” que se produjeron en nada porque me hablan de una recuperación prodigiosa o de un papel asumido, pero el empujoncito es tan leve que ni voy a entrar en él.

  
Paula recibe el apoyo de toda la casa y,  curioso... al final lo que se queda es con Luis y al resto… al resto que le den, porque ella tiene su juguete que le apoya y toma distancia especialmente de la primas sobre todo de Alejandra que no vaya a ser que le haga sombra y mucho antes de que las primas se acerquen al clan de Carabanchel. Que sea por celos, porque las primas no le entran al juego absorbente que practica o por que se centra en Luis eso ya no lo sé. Pero vuelve al sitio donde se siente cómoda
junto a un hombre que le permite lo que sea, lo cual, me habla de cualquier cosa menos de independencia y tampoco me habla muy bien de ella al compararla con la imagen que vende de chica independiente que se maneja sola y responsable de su vida. Pero no es nada más que otra incongruencia (y ya llevamos unas cuantas).


  
Su relación con Luis ha sido desde luego absorbente y ha generado la mitad de las broncas de la casa y el pobre Luis ha demostrado una paciencia infinita, que generalmente es agradecida con reproches y aspavientos salvo en los momentos en los que la situación de verdad peligra,  entonces sale una Paula madura y resignada que habla, que explica que ella es así y que no puede cambiar y que aunque sea suavemente exige (que no pide) que se la entienda. Al final como siempre es Luis el que da el paso que impide la fractura y esto no me habla de firmeza de carácter, me habla de obstinación que dice: "Pues si no me coges como soy , te vas al carajo aunque seas la persona mas importante para mi de la casa, porque al fin y al cabo, yo tengo mi gente fuera" … eso tampoco habla bien de ella.

  
En fin que hay mas cosas que a lo largo de esta edición me ha ido inclinando la balanza en su contra y entiendo que haya gente que la vea de otra manera, pero me voy a quedar con lo que yo he visto y por más que me la intenten vender.... me temo que no la compro.

                                                                                                        Michael

29 de noviembre de 2014

¿ME ENTIENDES O NO?


  “GH15 se vive en compañía”, esa fue la promo de esta edición y como somos unas chicas muy obedientes hemos decidido hacer caso a nuestro programa favorito y escribir una entrada también en compañía. Y las protagonistas no podían ser otras que nuestras concursantes favoritas, las primas.

  Yolanda y Alejandra, opuestas pero unidas, no sólo como primas sino como amigas y casi como hermanas, se complementan a la perfección y nos han regalado muchos momentos entrañables de esta edición. Transmiten buen rollo y han repartido cariño a raudales, sacando lo mejor de otros compañeros. La amistad de ambas con Vitín, su guiño a Omar cuando éste parecía abandonado a su suerte, su confianza ciega en los primos, el recibimiento a Lucía y a Lidia, su empatía  hacia cualquiera que estuviese sufriendo y su falta absoluta de rencor, han traspasado nuestras pantallas y nos han llegado al corazón, haciendo imposible no quererlas.

  Alejandra ha sido una concursante constantemente cuestionada. Algunos no le perdonan que sea la antítesis de Paula  y otros no saben cómo catalogarla dentro de este universo paralelo que resulta ser Gran Hermano, y, aún así, estamos ante una de las concursantes que, desde que entró en nuestras casas, se ha erigido como una de las favoritas de la edición. Es complicado determinar qué es lo que esperamos exactamente de un ganador de Gran Hermano. Ella nunca ha sido competitiva, ni estratega, y sin embargo a mí me ha llegado más que cualquier otro. Supongo que al final lo que me ha ganado de Alejandra es sencillamente Alejandra.

  Mientras contemplamos como el formato se ha ido devaluando, perdiendo parte de su espíritu y naturalidad, aparece este chorro de aire fresco en una edición bastante viciada y abocada de nuevo al fracaso. Alejandra es auténtica, inconformista, enérgica y nerviosa, con desparpajo, de fuerte carácter y una sinceridad que deriva en la mordacidad de sus opiniones que dice sin pelos en la lengua. De mirada directa e inquisitiva, clara y transparente, ausente de subterfugios y disfraces, no huye del conflicto, es valiente y se enfrenta cara a cara llamando a las cosas por su nombre, denotando tanta inteligencia como independencia, y una buena dosis de sentido común.

  No es excesivamente romántica, lo cual llama la atención entre tanto “procarpeterismo” surrealista y sufrido por la mayoría de nosotros durante años, y prefiere ser dura antes que blanda, lo que la hace parecer brusca en ocasiones. Su llanto sale de las entrañas y, cuando puede, lo esconde, puesto que no le gusta exponer sus debilidades y sentimientos. Crítica consigo misma, no duda en pedir perdón y reconoce sus errores. Se considera autosuficiente y no necesita a nadie que la salve, de ahí que haya chocado con Luis y sus múltiples consejos para redimirla. Sabe defenderse y encaja sin resentimientos y con bastante entereza y madurez las decepciones y los ataques que ha sufrido por parte de sus compañeros. Algunos por envidia, al percibir en ella aquello que por naturaleza les falta y saben que puede ser beneficioso de cara al concurso, otros por celos, no sólo es bella por dentro, otros por competencia al verla volver una y otra vez de la sala de expulsiones y algunos porque se han sentido desenmascarados ante su sinceridad.

  Pero esto no es lo mejor de Alejandra, sino que debajo de esa mirada decidida y tras su indómito carácter, deja entrever mucha ternura y vulnerabilidad. Adicta a la risa, divertida, sarcástica, directa  y con un magnífico sentido del humor, no ha dejado nunca de disfrutar de esta experiencia y de hacernos disfrutar con ella.

  Yolanda es alegría, dulzura y buen rollo. Lydia la describió como un corazón con patas y brazos, es una descripción muy bonita y que creo que se ajusta bastante a la realidad. Yoli es todo corazón y se deja llevar por él en vez de por la cabeza, con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva. Por eso la hemos visto volver una y otra vez a Jonathan cuando todos tenemos claro (hasta ella en el fondo) que no va a conseguir nada más que migajas de cariño, por eso también se arrastró para conseguir el perdón de Vitín tras decir algo tan cierto como que su grupo no había sido claro con ellas, y por ese tipo de cosas Yoli puede parecer falta de carácter, pero realmente no es ese su problema sino el dejarse guiar por el corazón. Pero eso también hace que no sea rencorosa, que sea amable y cariñosa con todo el mundo y que pese a sentirse poco querida en la casa mantenga esa alegría innata que la caracteriza.

  Es imposible hablar de Yoli en GH 15 y no pensar en Jonathan, ella le ha dado un protagonismo que por sí mismo no hubiera tenido ni en sueños, y él se lo ha pagado oscureciendo su concurso, por culpa de Jonathan no hemos podido ver a Yoli en toda su extensión sino que ha predominado la “Yolapa”. Para ser justos no ha sido culpa de Jonathan sino de la propia Yoli, ha sido su decisión y, aunque tal vez con el tiempo se arrepienta, al menos podrá decir que ha sido ella misma y se ha dejado guiar por el corazón, y algo que se hace así no puede estar nunca mal hecho del todo... Además podría haber aprovechado este tema para victimizarse, podría haber quedado como la pobrecita enamorada no correspondida, y seguramente le habría venido muy bien de cara al concurso, pero no lo ha hecho y eso la honra, estoy segura que ni se le ha pasado por la cabeza porque ella se comporta en la casa tal cual es, sin estrategias ni cortapisas. Por lo demás Yoli ha tenido pocos conflictos pero no porque sea un mueble ni una “bienquedá”, además estoy convencida de que fuera es igual, su carácter es así, ella dice siempre lo que piensa y cuando lo ha creído necesario se ha enfrentado a quien haya hecho falta, sobre todo para defender a su prima, pero no le gusta llevarse mal con los demás, prefiere el buen rollo, y los enfados se le pasan rápido porque no es nada rencorosa.

   Yoli no es sólo “esa chica colgada del primo”, Yoli es también la que está ahí siempre que alguien necesita un abrazo, la que aguanta estoicamente las malas contestaciones de su prima, la que cuando se hace consciente de la realidad que la rodea habla con coherencia pero sin rencor, la que imita a sus compañeros como nadie y nos hace desternillarnos, la que junto a su prima nos da unos confes y unas conexiones con Mercedes Milá impagables, la que se deshace en besos con su madre y nos hace emocionarnos. Yoli es alegre, divertida, sincera, generosa y buena persona, y si no se hubiera colgado del chico equivocado estoy segura de que habría brillado muchísimo en este GH, no ha podido ser pero yo sí he visto lo suficiente como para que un poquito me haya conquistado y me quede un buen recuerdo de ella.

  Así son para nosotras Ale y Yoli, la larguiducha y la chiquichuela. Espontáneas, alegres, divertidas, sinceras... Ellas han dado luz a esta edición. Nos han hecho reír, sorprendernos, debatir, emocionarnos, en definitiva sentir. Para algunos GH15 será el GH de Paula o de Paula y Omar, pero para otros muchos será el GH de las PRIMAS.


Mayragh y Chocolate

28 de noviembre de 2014

EL CONTRAPUNTO



   Si existe algún momento emocionante en cualquier edición ese siempre ha sido, es y será la gala de la visita de los familiares. Gran Hermano resiste, y resiste porque a pesar de los numerosos intentos que sufre año tras año desde fuera y desde dentro para  desconfigurarlo jamás lograrán desprender ese lado humano que siempre lo ha identificado. Es la noche de los guiños, las  reconciliaciones y los encuentros o las ausencias, es la noche en que durante unas horas todos, y cuando digo todos es todos,  concursantes, audiencia y productora nos unimos y nos olvidamos por un momento de  todo concurso para centrarnos única y exclusivamente en su mayor activo, las personas. El aislamiento y la ausencia de noticias conjugado con las emociones a flor de piel que se viven en el  día a día hacen de este encuentro uno de los más emotivos y desgarradores que se pueden recordar en la televisión.

   Anoche no fue menos, desde el primero hasta le último, con todos y cada uno de ellos vivimos esos momentos especiales que cada año nos recuerda el porqué de nuestra incondicionalidad a Gran Hermano, no importa el concursante que defendamos, quien nos gusta o no nos gusta, todos consiguen tocarnos la fibra y emocionarnos de alguna manera u otra. Los detalles seguro que los iremos leyendo, las reacciones, la forma de preparar los encuentros, las consecuencias que siempre suelen ser importantísimas y también como no, el humor en algunos casos forman parte de un clásico que jamás podrán arrancar de esa esencia que a veces tanto echamos de menos. Yo, por mi parte, destacaría dos momentos de los muchos que me llegaron aunque insisto en que todos consiguieron emocionarme de alguna u otra manera, uno fue la mala actitud de la mujer de Fran en un momento tan delicado como ese, cuando estás a punto de entrar a la sala de expulsión y vienes de ver un vídeo de tus hijos, aunque eso no tenía porqué saberlo …  Aunque supiera que iba a ser expulsado o que las cosas fuera no estaban como él estaría imaginando, fue de una absoluta falta de sensibilidad la señal inequívoca que le dio y la posterior reacción del apoderado, llegando incluso a plantearse el abandono de la casa.

  El otro momento fue solo una imagen, una imagen que me impactó. Esa escena en que la cámara recoge a Alejandra abrazada a su madre de espaldas a nosotros y con todo el cuerpo convulsionando de la emoción fue sencillamente indescriptible. Su posterior bloqueo emocional, su falta de reacción al llegar al confesionario y ver a su prima, su estado de shock fue para mi uno de los momentos cumbre de la noche, esa pérdida de noción repentina y arrepentimiento al decirle que  promete no  darle más disgustos, ese agradecimiento infinito sin palabras fue un momento difícil de relatar.

  Fran fue el expulsado. No puedo decir que como estaba previsto porque no es así, nunca las cosas suelen ser así …  pero casi. Siempre hay un componente etéreo en Gran Hermano que trasciende de cualquier lógica demostrable pero que la presientes, sabes que está ahí. Lo de ayer fue un poco chapuza todo, y tanto como chapuza descorazonador, en este juego hay mucha gente que no sabe jugar o no está jugando bien.  No solo es el hecho de ocultarnos los porcentajes al principio de la gala, ni de la pésima entrevista realizada a uno de los concursantes más singulares de la edición,  la improvisación demostrada a lo largo de toda la velada o la falta de información en relación al tramo final, no es eso lo que yo percibí que trajo como consecuencia todo eso, fue una mezcla de apatía, de desidia, una bajada de brazos exasperante y absolutamente desconcertante. No solo es reprochable la actitud pasiva y medio chulesca de la presentadora en un momento de auténtico descontrol de la situación sino la mala preparación de unos vídeos que deberían tener previstos de antemano, noto una displicencia alarmante, una indiferencia hacia todo lo que ocurra, una dejadez, noto la derrota en algunos gestos. Hay muchas cosas que cambiar, y ese cambio se requiere muy profundo, GH no puede quedar en manos de la incompetencia más absoluta o la improvisación más recurrente, ni siquiera la popularidad de alguien que lo fue todo puede servir de activo cuando lo que se destila es un acomodamiento y una falta de ilusión preocupante, eso se trasmite por mucha loa que se lea. 

    Otra opción podría ser que el expulsado por votos no haya sido Fran. Siento si decepciono a alguien o entre líneas alguien se siente aludido, si sirve para bajar de algún falso pedestal a alguien de veras que lo siento, la audiencia siempre es sabia, y no, no hay recetas mágicas para encumbrar un esfuerzo inútil a no ser que lo que realmente se busque sea otra cosa muy distinta a lo que se persigue. Que nadie se sienta traicionado por nada, que nadie se sienta ganador de nada, ni perdedor tampoco, las cosas se han llevado al extremo por simple urgencia. Podría parecer verosímil que ante la amenaza de Fran de abandonar el concurso, se haya actuado de manera precipitada y haber realizado alguna jugada de última hora pero no lo compro, Fran estaba sentenciado desde hace tiempo, lo sé, es cruel leerlo, pero existe también una justicia ciega en el concurso que te lo dice de vez en cuando, nada de sardinas ni de ascuas o regalitos envenenados, nada de salvadores de la nada, ni nada de eso. El día que se empezó a hablar más de espectáculo y de televisión que de otra cosa, ese día empezaron a verse las grietas, solo hace falta asomarse por alguna de ellas para verle todas las costuras al programa.

  Si, existe una conspiración, pero no es la que el lector cree, no. Es otra más compleja, de la que muchos, demasiados quizás están bebiendo por nada. La edición está terminando, y está terminando de mala manera y con malas formas, la crispación va a ir “in crescendo” y le va a otorgar una imagen de emoción que no es real a la edición, llevamos muchos años para que nos conformen con tan poco, pero …  ellos sabrán. Ellos son los primeros perjudicados, siempre, pero me temo que a nosotros nos duele más. Sí, soy enigmático hoy. Pero tengo que serlo. No me queda más remedio.  Disfrutemos pues de todo, porque en el fondo algo hay de todo, incluido lo bueno y no es poco. Lo vi en los ojos de Paula mientras bailando el hula hop hablaba con sus amigas, en la emoción de Luis mientras besaba a su padre o en las lágrimas de Hugo mientras abrazaba a su abuelo.

27 de noviembre de 2014

LA DISTANCIA



  Ayer y por sorpresa se nos fue comunicado por la cadena en la promo previa a la  gala de esta noche que las de hoy serían las últimas nominaciones. La semana pasada se nos había dicho que era la última por parejas y que comenzarían a concursar de manera individual. Se ha rectificado. Bueno, está claro que la final es el día 18 tras unas largas negociaciones y en las cuales la cadena al final no dio su brazo a torcer. El efecto Omar ha sido un pulso que ha llevado las decisiones demasiado lejos. Al final parece que todo está decidido. Para mal, claro. No sé lo que pasa, pero llevamos unas últimas ediciones en que todo se hace a salto de mata, sin pensar con un mínimo de perspectiva y dejando que las circunstancias que a menudo surgen en un concurso tan complejo como este nos superen y nos pille con el paso cambiado. Podríamos analizar las causas y las consecuencias de una decisión tan precipitada, pero hoy es día de gala y aún tendremos unos días, no muchos es cierto, para poder analizar tranquilamente la decisión tomada.
 Muchas cosas han pasado en poco tiempo, a cual más sorprendente al menos para este aficionadillo, pero no podemos rasgarnos a estas alturas las vestiduras, creo que todos tenemos un poco de responsabilidad pero prefiero obviar lo evidente y sumergirme en ese mi mundo de imaginación y pensar en el otro lado bueno que también tiene nuestro concurso. En el plan de Orwell avisé de un nuevo elemento en el concurso, la organización no se ha salido con la suya, ha pasado olímpicamente de la audiencia y de esos polvos nos llegan ahora todos estos lodos, el estado se “desestructura” por momentos y los cimientos de todo el concurso se ponen a temblar una vez más. Con la expulsión de hoy, seguramente a Fran ya le ha llegado su hora, quedarán ocho concursantes, pero hoy hay nominación con lo cual deberá haber una expulsión más,  no tendría sentido la nominación si no fuese así,  con lo que nos quedarían siete concursantes para una hipotética final múltiple, pero siete es un número extraño para una final, lo normal es a ocho o a seis, entiendo que o bien a través de la aplicación como sucediera con Sonia o bien a través de la audiencia u otras sorpresas otro debería salir expulsado para dejar una final a seis.

  Entiendo que uno de los muebles candidatos a plantarse en la final sin haber hecho ningún mérito se vea al final penalizado por esa justicia ciega pero impecable que somos la audiencia y repare todo aquello que los de dentro no han sabido o querido hacer, mis candidatos serían Jonathan o Hugo, pero de eso hablaremos cuando toque. Hoy vamos a lo que vamos. Todo se ha precipitado de tal manera que no nos deja mucho margen de maniobra, con la expulsión de Fran, todo el panorama se nos esclarece un poco más, Luis ya sabemos que no va a ser el ganador y lo que se pretende con la urgencia mostrada es una final si no todo lo interesante que hayamos deseado sí lo más apetecible posible, como un homenaje a esta audiencia que poco a poco ya está teniendo cosas que decir, dos grupos dos candidatos, el pulso se ha mantenido al final y la lucha entre los partidarios de Alejandra y Paula, las dos finalistas auténticas se verá recompensada con un match point a cara de perro, algo es algo. Alejandra tendrá su particular sancho en su propia prima mientras Luis será el de Paula, Juanma y Aza verán los toros desde la barrera, por tanto pienso que la próxima podría ser una expulsión de dos, o bien meternos en una extraña final a siete un poco esperpéntica con Hugo o Jonathan acompañando a la pareja vintaje. Más méritos no han hecho, declararles finalistas, aunque sea disfrazado ya es todo un logro, las promesas es lo que tienen en algunos casos.

   No hay más, nos ha pillado un poco todo con el paso cambiado en todos los aspectos. No es saludable ni agradable todo esto para el formato que a base de golpecito y golpecito se terminará resintiendo. Ha sido una edición muy extraña y por tanto no podíamos esperar menos que una final no menos extraña. Ojalá y todo esto solo forme parte de un sueño precipitado, hecho desde la urgencia y desde una perspectiva muy personal que lo mismo puede no ser acertada. Supongo que esta noche saldremos de dudas. Lo que de verdad es una pena es que tengamos que dedicarle una entrada entera a estas cosas y no a lo que realmente sucede en la casa, pero es que en la casa no está sucediendo nada, si la desesperación nuestra es máxima la de ellos no puede ser menos, nunca podremos ir separados de la mano aunque se quiera. El casting ha resultado ser engañoso y las tramas solo han funcionado de manera muy puntual, se ha arriesgado mucho, ya dije hace mucho tiempo del peligro que suponía esta edición y que todo el peso estaba recayendo en muy pocas personas y que terminarían quemándose antes de tiempo, el intento de la organización por darle protagonismo a Luis no ha funcionado al igual que no han funcionado otros muchos intentos. En fin, es lo que tenemos.

   Hoy hay gala de familiares, intentarán exprimir los pocos días que quedan rayando a alguno, siempre son agradables estas galas y muy sentidas, la expulsión no nos va a dejar demasiada emoción y la entrevista devolverá a Fran a la realidad más absoluta aunque no creo que reconozca nada de aquello que nosotros hemos viendo día tras día. La nominación, por mí podrían prescindir de ella, porque no nos va a inmutar, han sido tan previsibles este año que al final hemos terminado inmunizados a ciertas cosas. La distancia cada vez es más corta. Feliz Gala.

26 de noviembre de 2014

EPANADIPLOSIS MÚLTIPLE



   No recuerdo si fue la pasada edición o la anterior llegábamos a la conclusión de que para que la casa se animase se necesitaba tirar de fiesta y alcohol.  Después de toda la literatura vertida a costa de este asunto durante tanto tiempo por la imagen que se podría dar de los concursantes y del programa, me resulta curioso que en esta edición este hecho sirva de generador que haga moverse la casa. Podríamos establecerlo como regla, a mayor cantidad de fiesta y alcohol peor es la edición y sus concursantes. Me ruboriza tener que volver de nuevo a hablar de guiones preestablecidos pero nos vemos incitados sin remisión a sospecharlo, nada nuevo por otra parte, incluso en ocasiones necesario. Presiento que al levantarse cuando suena la música de la mañana,  en la puerta del frigo se encuentran una nota pegada con el orden del día. O lo parece.

   Ayer, hubo fiesta. Y alcohol, pero poco. Pero también hubo bronca entre Luis y Paula. Y como no, otra escena de bromitas nocturnas con harina y huevos. No, no estoy repitiendo ninguna entrada. Actualizadísima. La fiesta aparte del sopor de lo forzado  nos dejó  algunas señales, lo que pasa es que estas son tan repetitivas que no sé si me atrevería a contarlo sin caer en la tentación de hacerlo como algo sublime sin reírme  de mí mismo  tras haber escrito la maravillosa noche que nos ofrecieron, un derroche de juerga y diversión, confesiones inéditas o que por noches como estas amamos Gran Hermano, etc. etc. Me pareció mientras los observaba haber entrado en  bucle interminable que se movía por el túnel del tiempo, ver a Juanma y Azahara con sus cosas, a Yoli y Jonathan con las suyas, a Fran y Luis con su intercambio de impresiones para terminar oyendo al apoderado decir su no concurso y su gran corazón... en algún otro momento de la noche me dio hasta ternura, dije míralos ya están otra vez con sus cositas, ay.

    No creo que merezca la pena hilar más fino, constatar que a Jonathan no le gusta Yoli pero termina en sus brazos, que lo de Azahara y Juanma  ya se verá una vez estén fuera de la casa  o la visión de Hugo hacerle la rosca a Fran o a Fran hacerle la rosca a Hugo considero que no tiene sentido alguno a no ser que nos repitamos más que un programa del Discovery. Esto parece una agonía y la fiesta de anoche una verbena de las que se hacen los domingos por la tarde en el Hogar de la tercera edad.  No quiero parecer injusto, reconozco el sacrificio y el esfuerzo por parte de todos y se agradece,  así que casi prefiero volver a lo mío y no caer en el desencanto de una realidad ficticia y demasiado forzada.
  
   Volvamos a la nuestra, la paralela que nos hace soñar con que la enésima bronca entre Paula y Luis solo ha sido una cuestión espontánea, y que ha surgido así porque sí, debido a los nervios de Paula al creerse expulsada según nos confesaba esta semana o el acercamiento del torero hacia las primas como mera estrategia. Por momentos lo podríamos pensar, mientras discuten destilan rabia y enconamiento, deseos de distancia o simple falta de entendimiento, las palabras aumentan de tono y se hace desagradable a veces, “pollastá-esoesloquehay-pollastá” o “túno entiendesniunamierda” pero con ese estilo inconfundible de ambos no me digáis que no hace sumergirnos en ese túnel del tiempo. Luego terminan como hermanos, si. Claro. Es la dosis diaria que necesitamos inyectarnos cada día para demostrarnos que estamos vivos.

  Lo de la batalla es más de lo mismo, un grito a la desesperada, curioso que anoche el origen haya sido Hugo y Fran. Lo de los huevos, la harina, las risas o tirarse al suelo mientras los demás son despertados prometo no ponérselo a mis sobrinos si no quiero que piensen mal de mi o que crean que me estoy quedando con ellos. Diversión a raudales. Si, ya sé que estoy un poco negativo, que quizás no sepa lo que quiero realmente, si hacen malo, si no hacen peor, si duermen ni te cuento si se tiran harina ya ni contarte, no sé si será grave doctor lo mío o simplemente estoy viendo visiones, pero de narices que son malos malos de solemnidad. Leer a Belén anoche decir que Paula está siendo la mejor concursante de las quince ediciones me devolvió  a la realidad. Aún sigue el concurso, aunque no nos lo creamos, detrás de todo este rollo existe algo que se llama concurso de convivencia donde algún concursante cada semana sale expulsado, para todo lo demás “mastercard”.